miércoles, 24 de diciembre de 2014

sí, a veces miro si has vuelto; por si la muerte te hubiese soltado.

viernes, 19 de diciembre de 2014

el hogar que no tuve me espera. cada vez que trato de regresar a casa me cubro más y más de óbito. no hay lugar que habitar. el calor se ha agotado. ya sólo podemos correr hacia delante. correr hacia nuestra muerte. correr como corríamos cuando aún creíamos tener a dónde ir. arrastraré mi vida hasta volverla polvo. y correré. correré hasta convertirme en algo tan insignificante que hasta los cuervos queden impávidos ante mi llanto.
no importa lo lejos que lances la cuerda porque ya no podemos llegar a donde estábamos nunca más.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

la cuerda no se desata y yo me hallo sujeta a todo aquello que nos hicimos. no creo que las cosas -para mí- hayan estado tan mal desde entonces. pero mi voluntad de ser no ha sido suficiente para alejarme. a veces casi puedo tocarte. a veces casi nos tocamos. aunque tú ya no pienses en tocarme. a veces casi nos tocamos. el cielo nos acerca. quisiera saber cómo estás. unos cuerpos no deberían estar tan separados. el cielo trata de acercarnos. unos cuerpos no deberían estar tan separados.
Me duele la boca. Me duele mi inmunda boca. Los dientes se me vuelven óxido, el hedor de mi propia carne me repugna. Ya no volveré a ser dichosa. Me he convertido en una viuda que apronta con ansia su muerte. Tengo un esqueleto anegado de agua. Y no puedo caminar. No puedo caminar. No puedo caminar. No puedo caminar. No puedo respirar. Apárteme Dios. El aire me asfixia. No me ponga en pie. No me ponga en pie. No me ponga en pie. No me ponga en pie. No me ponga en pie. No me ponga en pie. No me ponga en pie. No me vuelva a poner en pie. No me ponga en pie si no soy digna de caminar a su lado.