viernes, 29 de mayo de 2015



Esta adolescencia mía que me continúa. Avanzo un paso, y ella dos. colocándose delante de mi. Como si mi meritorio no fuera otro si no alcanzarla.

lunes, 25 de mayo de 2015

me molestas. habrá un punto en el que tu presencia deje de hacerlo. oh dios mío. respiraré. conoceré entonces todo lo que he olvidé a raíz de encontrarte. viviré. tu duda ya no dirigirá mis días. no volverás. ese día ya no volverás. te he querido tanto.. me gustaría que lo supieras. ciertamente me gustaría que lo hubieses sabido antes; y no ahora que me estoy marchando. mi alma se está limpiando de ti. mi alma se está limpiando de ti. ya no puedes ensuciarme con tu presencia. ya no puedes mancharme con tu duda. ya no puedes venir a mí. estoy en otro espacio cariño. te he querido. te he querido tanto. estaba tan dispuesta. te quiero. todavía te quiero. pero me estoy marchando a otro espacio. ya no volveremos a encontrarnos en el mismo punto. es tan romántico y terrible esto que me sucede a los veinticinco. pensé que el amor había ocurrido antes. pensé que el amor sucedería luego. nunca pensé que tú eras el amor. cariño..
no quiero morir. señor, no me lleve. y si me ha de llevar, dígame con sinceridad dónde iré, qué hará con mi alma cuando ya no se sirva de mi cuerpo, qué tan pronto vendrá a buscarme, si me reunirá con mis muertos. dígame, señor, por qué no ha un humano de poder permanecer eterno.
no quiero cesar, señor mío, cómo has tenido la osadía de hacerme viva para aniquilarme luego. no puedo vivir si pienso en que me has convertido en un cuerpo finito, sin posibilidad alguna de prolongación. y dime tú, señor, cuál pudo ser mi privación que me hace ahora separarme francamente de los otros, que me excluye de la vida pacífica que persigo con torpeza. cómo pueden ellos no estar tan atemorizados como yo me encuentro, cerrar los ojos cuando se encuentran con la noche y descubrirlos durante el día mientras yo no hago si no afligirme en la posibilidad de que vengas inmediatamente a buscarme.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Dios, ya no resisto a ti pero jamás te miraré. tu castigo será mi impasibilidad. la indolencia de haberme convertido en tu huérfana.